Reseña de "Cómo hacer que te pasen cosas buenas" de Marian Rojas Estapé
Lo admito, cuando me sugirieron este libro, el título me bastó para sentir un gran rechazo. Una promesa que no se puede garantizar, pensé… Nunca juzgues a un libro por su tapa dice un refrán y qué cierto es. Marian sabe de lo que habla, lo comunica de una forma que llega y, por sobre todo, le importa de corazón que te pasen cosas buenas.
Si bien su agente de marketing y ella podrían pecar de cursis con este título, sus más de 3 millones de copias vendidas dejan a mis juicios bien calladitos. Al final funcionó, transmitió su mensaje y de paso se hizo unos buenos pesos.
Este libro toca temas que, cada vez más, escuchamos de cerca. Personas que amamos no saben cómo disfrutar sus vidas, sufren por el estrés de sus trabajos, se sienten infelices con su realidad o viven encarcelados por una ansiedad desbordada. Duele. Abordar tantas cuestiones en un solo libro puede ser abrumador, pero Marian lo ha logrado. Una estructura clara, combinada con anécdotas cautivadoras, crea una lectura fresca y fluida. Un libro mediano (~250 páginas), fácil de leer y con puntos clave suficientemente bien elaborados. Golazo.
Personalmente, lo que más me resonó fue el tema de la ansiedad, por la batalla que llevo librando desde hace años. Marian explica el “por qué” de las crisis de ansiedad, haciéndote sentir alivio. Sus palabras logran abrazarte mientras te demuestran que no es tu culpa, que “simplemente” tu sistema nervioso ha procesado cosas difíciles. También me gustó poder comprender mejor el estrés y el cortisol, dos palabras que seguro orbitan o lastiman tu mundo. Pero lo que más me sorprendió en medio de tanta información fue la tonalidad con la que está escrito. No necesitas conocer a Marian en persona para darte cuenta lo amable, empática y entregada a su labor que es. De esas personas que nacieron para dedicarse a lo que hacen.
No me gustó cuando, cerca del final, intenta enchufarte mindfulness, paternidad, la voluntad, la pasión, las redes y un montón de temas más, dedicando una plana a cada uno. Se sintió como un desperdicio de hojas. Frases que encuentras en Instagram. Tampoco disfruté que utilice los típicos autores que hablan de bienestar. Ya están muy gastados. A ver, me gusta Viktor Frankl, pero creo que desde su balcón podía habernos presentado a nuevos personajes. Por suerte no menciona a Robin Sharma porque ahí lo cerraba y chao Marian. Te salvaste.
Un buen momento para leer este libro es cuando estás por iniciar algo. Lo que sea. Un nuevo año, una nueva relación, un nuevo trabajo, etc. Siento que te permite sentar las bases para quién puedes ser y qué hacer para cuidarte en la incertidumbre de la novedad. También lo recomendaría a quien la vida le acaba de dar un ladrillazo y solo había escuchado hablar de salud mental a su prima hippie, la que quiere que todos practiquen yoga. Es una guía básica para poner en orden la mente y volver a empezar.
Antes de terminar la reseña, debo resaltar algo muy valioso: Marian, a lo largo del libro, sugiere el uso fármacos de manera sutil, responsable y acompañada. En muchos casos, permite a las personas tener una plataforma sobre donde construir y en otros casos es como la pluma de Dumbo, te demuestra que todo está en tu mente. Ambas sirven. Yo, a veces, cargo una "pluma", por si acaso.
Mi frase favorita fue: “Quien no conoce en qué se quiere convertir, y que no encuentre sentido a su vida, no puede ser feliz.”
Una frase determinante que responde indirectamente al título. No puedo asegurar si existe o no un sentido de la vida, pero sí estoy seguro de que nosotros podemos y debemos darle uno.
Ayer me salió en un Reel de Facebook (sí, uso Facebook. Nací el 90 👊🏼) donde un músico compartía el sentido de la vida:
“Creo que el sentido de la vida es ayudarnos a atravesarla”
Este libro hace eso.
Por Luis Muñoz (@luismunozd)
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