Reseña Demian de Hermann Hesse | Tienes que luchar para salir del cascarón

”El pájaro tiene que luchar por salir del cascarón” —Hermann Hesse

Salir del cascarón puede significar diferentes cosas para cada persona. Para mí significa convertirse en un hombre de verdad. Esos que reconoces con facilidad en la calle por cómo se paran, cómo hablan y cómo miran. Te das cuenta que ya no son chiquillos. Y que no se confunda que al mismo tiempo que puedes notarlos sólidos y fuertes, pueden sacarte sonrisas y emanar una ternura muy particular de este tipo de individuos.

Los hombres de verdad tienen misiones claras y de ahí proviene su gran energía. Quieren sacar adelante a su familia. Quieren servir a un público especifico con sus talentos. Muchas veces los encuentras callados, pero no lo están porque piensan en sí mismos. Ellos maquinean sobre cómo y qué más hacer para que los suyos estén mejor. Han logrado superar el ensimismamiento y están a la disposición de su gente y de los que necesitan sus habilidades y fuerza.

Son lugares seguros.

Eso significa romper el cascarón para mí. Y si quieres definir qué significa para ti, piensa en algo difícil. Algo que te cueste, que debas sacrificarte para conseguirlo y que vienes poniendo mil excusas desde hace años.

Sobre Hermann Hesse

Leer a Hermann Hesse es como tener un traductor del misticismo de la vida. Hermann, durante su vida, logró algo inusual que solo unos cuantos humanos alcanzan, iluminarse. Si suena hippie, pero créeme lo hizo. Puede tener que ver con el hecho de que le toco estar vivo durante la I y la II Guerra Mundial. Imagino que su alta sensibilidad le permitía estar conectado con esa cruda realidad pero al mismo tiempo, tenía claro que si no conectaba con lo etéreo, lo sutil, podría ser su ruina. Como la de muchos. No sé si me entiendes. Estaba sobre la tierra, pero también estaba conectado con el cielo. Como una cuerda de guitarra en la tensión perfecta para sonar bien.

Descubrí a Hermann gracias a su obra Siddhartha. Un librito azul y corto que compré por recomendación de varios invitados en el podcast de Tim Ferriss. De hecho, este es uno de los motivos por los que le tengo mucho cariño a los podcasts, siempre me han llevado a lugares y personas que necesitaba. Era la época cumbre de una ansiedad desbordada y ataques de pánico. Fue horrible.

Nombrar a tu monstruo es ganar la mitad de la batalla. Y yo en ese momento no sabía su nombre, peor el apellido de aquello que me hacía sentir tenso, nervioso y con ganas de escapar.

Hermann no me dijo que tenía ansiedad, no es un libro de psicología, pero sí me dijo que me había desconectado de la tierra y del cielo. Que estaba aceptando la vida a medias. Que era una cuerda de guitarra suelta y no había forma de sonar así. No voy a hablar de Siddhartha (ni de guitarras) hoy, pero sí diré que en su momento ese librito azul, me salvó la vida.

Demian

A principio de año, cuando estaba eligiendo los libros qué leeríamos durante todo el año en el club de lectura EQUILIBRIUM, apareció este extraño libro. Había escuchado de la existencia de El Lobo Estepario, pero no había escuchado nunca de Demian. Un libro, al igual que Siddhartha, corto, pero poderoso (That's what she said). Después de leerlo puedo confirmar que Hermann tiene esa capacidad de tocar alguna incertidumbre y aliviar tu corazón. O será tu alma.

El libro arranca con la historia de Emil Sinclair, un joven dividido entre el mundo “luminoso” de la moral y el “oscuro” de la experiencia. Lo bueno y lo malo. Dios y el Diablo. Lo divino y lo demoniaco. La infancia y la adultez.

Demian, se podría decir que es el personaje que confronta a Emil sobre sus maneras de entender el mundo y lo expone a una nueva posibilidad. Me animo a decir que lo libera de años de represión de una iglesia que apunta con el dedo, que infunde miedo y te carga con culpa. Una que no te deja ser humano, que te impone que solo debes “ser bueno”. Qué daño hace eso.

No voy a entrar en más detalles, porque si te cuento más de la historia me enojaría conmigo mismo. Pero si te voy a decir que esta historia es un espejo. No me preguntes cómo, pero Hermann te convertirá en el protagonista de este libro.

Nombrar al monstruo, reconocer la sombra

Al terminar la novela, entendí algo que ya venía sospechando: hay una parte mía que quiere ser vista, una parte que yo denominaba la “incorrecta”. Esa que yo aseguraba que el mundo juzgaría y no pertenecería. Sí, me estaba negando a mí mismo. La mejor jugada de tu vida no la haces con tus más grandes dones. La haces mezclando tus dones con tus dolores. Una receta única y exclusiva para el mundo. No intentando solo mostrar lo lindo y así pretender "ser bueno".

Una de las peores enfermedades del mundo debe ser la necesidad de ser “buena persona”. Y no, tu tampoco que lees lo eres. No enteramente. No te ofendas, siéntete libre.

Cuantas veces escucho en podcasts y en frases truchas de Instagram:

“Quédate en paz porque tu si elegiste ser buena persona...” -Café y letras

¡ANDATE AL CHOTO CAFE Y LETRAS!

“Quédate en paz porque hiciste lo que pudiste con el contexto en el que creciste y el amor que recibiste y el otro también. Ambos están en diferentes etapas de sus vidas y ambos cargan dolores. Así que no te hagas al superior, que ni tu ni yo lo somos. Solo estamos tratando de atravesar la experiencia de estar vivos.”

Esa sería mi frase, pero seguro que no recibiría likes y no me sentiría querido. Oh, pobre de mí.

La sombra, como la llama Jung, no es algo que hay que eliminar. Es algo que hay que integrar. Y Hermann insiste fuertemente esta idea tanto en Demian como en Siddhartha. Este libro es un viaje interno de aceptación radical.

Y, a pesar de ser una novela publicada en 1919, sigue vigente. El hambre de sentido, el vacío existencial y la búsqueda de identidad son dudas y preguntas que todos guardamos, en la mayoría de los casos, en silencio.

Conclusión: No lees a Hermann, te lees a ti mismo

Demian es un espejo. Uno de esos textos que llegan cuando estás listo para verte con honestidad. Sin filtro, sin guión, sin promesas. Si estás en un momento de cambio, de confusión o simplemente con ganas de excavar más profundo, este es el libro. No esperes muchas respuestas, pero sí nuevas preguntas. Esas que te hacen dar cuenta que estás en una nueva misión:

Romper el cascarón.

Luis

“Y si la naturaleza le ha creado como murciélago, no pretenda ser avestruz.”

*Si te ha gustado este texto compártelo con tu amigo que comparte frases demasiado positivas e irreales. Seguro que lo necesita y si lo lee y se enoja contigo TA DA! Te he liberado de un amigo que no necesitas. **Si te gusta leer libros y necesitas conocer personas que ya estás muy solito, vente al club de lectura online o al club de lectura en Barcelona. Leemos 1 libro por mes en ambos. Bueno yo leo 2 + 1 de yapa (palabra boliviana para referirse a que te regale tu casera 1 zanahoria más después que le compraste 10)

Ya chau.

Bonus para reflexionar: Mis frases favoritas de

Demian de Hermann Hesse

(Si tienes prisa, no las leas.)

“No es necesario tener miedo de nadie.”

“No intentaba gustarle a nadie.”

“Los hombres con carácter quedan siempre malparados en la Biblia.”

“Deberíamos santificar y venerar al mundo en su totalidad.”

“Nunca has vivido exactamente lo que piensas, y eso no es bueno. Solo el pensamiento vivido tiene valor.”

“Por eso, cada uno tiene que descubrir por sí mismo lo que le está prohibido.”

“Alejarse de uno mismo es pecado.”

“Es bueno tener conciencia de que en nosotros hay algo que lo sabe todo.”

“Quien quiera nacer tiene que destruir un mundo.”

“Lo que se desea con bastante fuerza, se consigue.”

“Unir lo divino y lo demoníaco.”

“Solo había una cosa segura en mí: la voz de mi interior.”

“Cuando alguien necesita algo con mucha urgencia y lo encuentra, no es la casualidad la que se lo proporciona, sino él mismo.”

“Cuando odiamos a un hombre, odiamos en su imagen algo que se encuentra en nosotros mismos.”

“No hay más realidad que la que tenemos dentro.”

“Quizá caminara en su borrachera por un camino más cierto que yo con mis miedos.”

“Uno no puede ayudar a los demás… tiene que recapacitar sobre sí mismo y hacer lo que brote verdaderamente de su ser.”

“Y si la naturaleza le ha creado como murciélago, no pretenda ser avestruz.”